Ese en el cual decides
si quedarte donde estás,
si dar un paso hacia delante,
si echar a correr y no volver jamás.
Ese instante.
Cuando parece que nada
tiene solución
y haces un mundo de ello...
Tranquila, no te
precipites. Deja que las cosas
sigan su curso.
Nada forzado
hará que vayan mejor;
tal vez algún día llegue el momento de sentir lo que en un tiempo pasado no se llegó a sentir. Déjalo ir.. si de verdad te perteneció volverá.